Encontrar un límite claro en la parte occidental de
Para poder llegar a delimitar esta zona tendremos que referirnos a ciertos aspectos, que nos aclararán dicho límite. Estos serán geográficos, toponímicos, arqueológicos, etc., y gracias a ellas podremos desentrañar el espacio que pertenecía a cada pueblo.
-aspectos geográficos: La zona más al norte estaría delimitada por la frontera natural que sería
La zona sur, la que actualmente es la provincia de Toledo, será donde más problemas encontremos a la hora de poder delimitar que zona pertenecía a cada pueblo. La parte occidental de la actual provincia correspondería a territorio vetton y la oriental al carpetano; sin embargo sigue siendo difícil precisar que partes le correspondería a cada uno debido a la falta de un sistema físico natural (corriente fluvial, montañas, sierras) que hiciera las veces de frontera entre ambos pueblos, como ya ocurriera con la parte septentrional.

-aspectos arqueológicos. Los hallazgos de este tipo son fundamentales para que podamos situar el límite entre estos dos pueblos peninsulares. Los más importantes son la existencia de verracos y toros diseminados por la parte occidental de la provincia toledana y que formaría parte de territorio vettón. Este tipo de manifestación escultórica no se desarrolla, ni distribuye por territorio carpetano, siendo por tanto un elemento diferenciador y delimitador.
En la provincia de Toledo podemos encontrar dicha presencia en las siguientes localidades:
· Verracos: Alcaudete de
· Toros: Castillo de Bayuela, Talavera de a Reina y Totanes.
Estas esculturas se enlazarían en una línea con la zona avulense de El tiemblo y existiendo mayor presencia en las zona de Cáceres.
Sólo hay una excepción a esta presencia de verracos en la zona occidental de la provincia de Toledo y es el caso de Totanes, donde la presencia de la figura zoomorfa fuera del límite vettón, sólo se puede explicar por la presencia de un asentamiento foráneo en territorio carpetano, ya que la localidad antes mencionada se localiza al suroeste de la ciudad de Toledo.
Este tipo de esculturas no son exclusivas de la cultura vettona, pero si un elemento característico de ella. Esta línea imaginaria que discurre de Norte a sur por la parte oriental de la provincia de Ávila y la central de la de Toledo, nos indicaría la última zona de control vettón antes de entrar en
-elementos epigráficos: La documentación epigráfica de la que disponemos, aporta elementos importantes para ayudarnos en esta delimitación territorial. En las inscripciones religiosas halladas en Talavera apareció un ara dedicada a “L. Vibius Priscus a Togotus” (divinidad que se ha querido identificar con el Togot de otras inscripciones). En Talavera también se encontró otra dedicada a “Aricona”, y en Caleruela otra dedicada a Ataecina. Esta última se trata de una inscripción dedicada por un eques del ala vettonum, Bassus, a esta diosa de la que hay varios testimonios que la circunscriben a un área situada entre el Tajo y el Guadalquivir. Su nombre frecuentemente aparece junto al de Turobrigensis (hace mención a la ciudad de origen de su culto).
La presencia de estos cultos indígenas en la zona contrastan con lo que habitualmente se encuentra en
-aspectos onomásticos: Resulta bastante difícil establecer una clara línea divisoria entre estos pueblos meseteños ya que son muchos los nombres indígenas que se repiten en ambas zonas.
Todo apunta a que la zona occidental de la actual provincia de Toledo, que correspondería a Caesarobriga y sus alrededores se integraría dentro del mundo vettón. Este sería el último municipio romano más oriental de los establecidos en zona vettona. Dicha situación haría que fuera una zona de continuo contacto con